Hoteles verdes y competitivos

Estos días los hoteleros se quejan que la factura de la luz los ha subido un 50% de muy pocos años cabe aquí. Y hay que suponer que no se han fijado bastante en la del agua, cuando menos de Cataluña estando. Parece que la alternativa que se plantean es generalizar las claves de la habitación en forma de tarjeta, que sólo te permiten encender las luces cuando estás dentro y que evitan que se queden encendidos cuando te vas con la tarjeta. Está bien, es una medida de racionalización y ahorro que hasta ahora parece que sólo es general a los hoteles de cuatro y cinco estrellas.

Pero la gran mayoría de establecimientos todavía tienen mucho campo para correr, tanto en cuanto a la energía como el agua, de la que son unos grandes consumidores. Está bien mirar que los clientes no malversen la luz o el agua, por aquello que directamente no pagan el consumo. Pero hay otras muchas medidas de gestión que permiten ahorrar energía y agua aunque la colaboración de los usuarios sea limitada. Desde la optimización de los sistemas de climatización a la racionalización del consumo lumínico a las zonas de paso, desde la reutilización de las aguas grises de duchas para las cisternas de los inodoros a la implantación de sistemas de riego en función de sensores de humedad. Para no hablar de la generación de parte de la propia energía consumida con placas fotovoltáicas o de climatizar con una instalación de geotérmia. Nada que no esté inventado y probado en cantidad suficiente.

La implementación de medidas de sostenibilidad energética a los hoteles es una clara vía para reducir los costes de funcionamiento y hacerlos más competitivos. Si, además, lo hacen de forma bastante sistemática y organizada que los permite acceder a una certificación de calidad ambiental, tendrán un argumento de venta adicional ante segmentos de los mercados centroeuropeos y nórdicos, cada vez más sensibles por la huella ambiental que dejan sus viajes y vacaciones. De hecho, los hoteles son un ejemplo emblemático de todas las ventajas que puede generar para una empresa la asunción de los principios de la economía verde.